Mi sobrino tiene 9 años y es listo: le gusta probar sabores nuevos. Si ve algo encima de la mesa que no ha probado nunca dice que le sirvamos, que quiere probarlo. A mi me encanta esa actitud...
Casi nunca ocurre, pero el caso es que el sábado estaba con nosotros en casa. A la hora de comer, decidí que sería algo que nunca había probado.
Ingredientes:
Para la pasta:
- noodles chinos
- pechuga de pollo sin piel
- cebolla
- zanahoria
- pimiento rojo
- pimiento verde
- anacardos
- aceite de oliva virgen extra
Para la salsa agridulce:
- 300 ml agua
- 5 c.s salsa de soja
- 2 c.c tomate frito
- 3 c.s. azúcar moscavado
- 2 dientes de ajo
- jengibre en polvo
- sal
- sémola de arroz
Elaboración:
Primero la salsa:
Se pica los dientes de ajo muy finos.
Se mezcla la sémola de arroz con 100ml. de agua y se reserva.
El resto de los ingredientes se ponen en un cazo y se hierve.
A continuación se añade la mezcla que habíamos reservado y que vuelva a hervir hasta que la salsa tenga el espesor deseado.
Luego la pasta:
Se ponen a cocer los noodles siguiendo las instrucciones del envase. En mi caso puse a hervir 1 litro y medio de agua. Añadí los noodles y los aparté del fuego. Los tuve en el agua durante 4 minutos. A continuación los refresqué bien con agua fría.
Se trocea la cebolla en rodajitas finas, la zanahoria en medias lunas y los pimientos en cuadritos pequeños.
Se rehoga la cebolla en una cazuela con aceite. Se incorpora la zanahoria y el pimiento.
Por último se añade el pollo y se rehoga todo conjuntamente hasta que el pollo esté cocido.
Se añaden los anacardos y se remueve todo. Se añade la salsa previamente preparada y por último los noodles cocidos.
Está muy rico. Como era de esperar, mucho mejor que las salsas agridulces "de bote"
Se corta la pechuga en tiras
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