De modo que el otro día, tenía calabaza en casa y me puse al lío variando un pelín.
Ingredientes:
Para el relleno:
- 250 gr calabaza
- 1 cebolla
- una pizca de cúrcuma
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- una pizca de pimienta negra
- una pizca de shichimi toragashi
- 70 gr panceta ahumada
- 125 gr quesuco
- placas de lasaña precocidas
Para la salsa:
- 1/2 lata de leche evaporada
- 125 gr de queso de burgos
- macis
- pimienta negra
- sésamo negro
Elaboración:
Se pela y trocea la calabaza. Se pela y pica la cebolla y se rehogan ambas lentamente.
Se añaden las especias y se mezcla todo bien. Se cocina hasta que la mezcla quede como una crema.
Se trocea el quesuco y se incorpora a la sarten para que se funda junto con la calabaza.
Se trocea la panceta en daditos y se frie sin aceite en una sartén para que suelte casi toda la grasa.
Se mezcla la calabaza con la panceta y se rectifica de sal o pimienta, si procede.
Se pone en una cazela la leche evaporada con los trozos de queso para que se deshagan. Se cocina junto con los macis y la pimienta negra.
Se ponen a remojo las placas de lasaña precodidas en un cuenco con agua hirviendo.
Cuando estén listas se rellenan con la pasta de calabaza y, por último se napa con la salsa y se espolvorea con sésamo negro.
Se hornea 15 minutos con el horno precalentado a 180º
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